jueves, 28 de mayo de 2009

EFECTO FUTBOL CLUB BARCELONA OBAMICO

(¡¡¡¡GOL..., GOL, GOOOLLLLLLLLL....!!!)

Cautiva y desarmadaza la cuadrilla de desgarramantas de la escuadra mala, la crisis ha terminado.
Presentando la escuadra blau grana su alineación de gala bipolar, en la que cubría el ala derecha Su Majestad (La Suya, no la mía) Don Juan Carlos I, Rey de Barcelona, porque Barcelona es España, y la misma posición atacativa alística de derechas, el Presidente del gobierno de Barcelona, Rafael Zapatero, Presidente de Barcelona, porque si Barcelona es España ya me contarán.
Ambos vestían uniforme de gala parejo y a tono con las circunstancias: traje caro, por el estilo de los que gasta el Jefe del Partido Popular de Valencia, por cuyo motivo la justicia se lo quiere comer por los pies, pero desnudo, para no dañar los trajes.
El Rey, sentado en su sillón color sangre nobleza, o tinta Pelikán, es decir, azul, se mostró de un despejado mental-linguiistico al que no nos tiene acostrumbrado.
No le pudimos ver, por tanto, el trabamiento de lengua del que realmente hizo gala en el partido de fútbol del Getafe, o cuando le espetó al Presidente de Venezuela en plan tasca barata, aquella famosa frase que sentó cátedra en los anales de la futbolística intercontinental de “Y tú por que no metes un gó!”, lo que hipotéticamente podría obedecer, según nuestros propios cálculos, basados en la técnica del piensa mal que con estos pájaros irás por buen camino, al plan nocturno estratégico diseñado para un por si acaso, dado que las noches nocturnas romanas son muy largas de por sí, y mucho más si hay copas de por medio, como ha sido el caso que motiva la presente y real crónica mundi deportiva.
Zapatero, que como ya ha quedado dicho, vestía traje igual del caro que el del Rey, sentándose también en sillón color Pelikán, como el del ídem, se movió por la banda derecha con más talante (del que no le gusta a Rajoy) que rumbo y tronío, hasta que logró demostrar que el partido lo ganó él solito, siendo el resultado final de Bacerlona C.F. tantos, el otro cero, con goles de Zapatero y Zapatero.
Visto lo visto, y sobre todo, visto la cantidad de dinero que llevaban encima tanto El Rey como Zapatero, los auténticos protagonistas de esta crónica, se pone bien a las claras que ellos siguen manteniéndole el alto nivel de derroche en gastos suntuosos e innecesarios que siempre han mantenido, por lo que la crisis, aparte de que nunca la han sufrido, para ellos, ha terminado. ¡Viva Obama!

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