martes, 14 de abril de 2015

ESTO NO ES LA REPÚBLICA, PERO MENOS DA UNA PIEDRA

EUROPA. DE COMO VAMOS CUESTA ABAJO Y SIN FRENOS


La historia jamás contada de la integración europea

Rebelión
Público
13.04.2015



Antes de que me llamen germanófobo, o alguna cosa peor, déjenme advertirles que guardo un gran respeto por la cultura alemana, a la que hay que atribuir proezas intelectuales tan fecundas como las de Immanuel Kant o Karl Marx. Las obras de estos autores, entre otros que no viene al caso citar, influyeron decisivamente en mi forma de ver el mundo y de ubicarme en el mismo, aunque admito que el imperativo categórico o la teoría de la plusvalía no están muy de moda en nuestra sociedad. Pero esa es otra historia. El caso es que este sentimiento de respeto no me impide valorar críticamente las complejas relaciones que siempre han existido entre Alemania y Europa, históricamente caracterizadas por las pretensiones hegemónicas del país germano. O, por expresar la idea con otras palabras, la consideración debida al pueblo alemán o el respeto hacia su cultura no deberían ocultar que Alemania siempre ha sido un problema para Europa.

En efecto, Alemania se convirtió en un problema para Europa desde el mismo momento de su nacimiento, allá por 1871. El genio maquiavélico de Bismarck dio a luz una gran potencia política y económica en el corazón del Viejo Continente, superando la precaria condición de una nación sin Estado que estaba paralizada por el particularismo. Las ambiciones expansionistas se desarrollaron muy rápidamente entre sus clases dirigentes. El denominado pangermanismo, una ideología que apelaba a la creación de un imperio colonial en territorio europeo, arraigó en numerosos intelectuales, industriales y políticos conservadores, constituyendo un movimiento que ejerció gran influencia entre la aristocracia terrateniente y militar durante las décadas que precedieron a la Primera Guerra Mundial. Llama la atención que una de las ideas más difundidas en los círculos pangermanistas fuera el establecimiento de una unión aduanera en Europa, una especie de mercado común europeo que permitiría reforzar la hegemonía industrial de Alemania y contrarrestar la competencia británica y norteamericana. ¿Les suena? Sigamos.

Algunos años más tarde, en 1915, el político liberal Friedrich Naumann acuñó la expresión Mitteleuropa (Europa Central) para referirse a una determinada forma de organizar Europa alrededor de un núcleo germánico sobre el que gravitarían las naciones periféricas en el marco de una gigantesca unión aduanera. En su seno, los Estados nacionales conservarían su identidad y una cierta autonomía, renunciando a la soberanía económica en favor de un Estado europeo capaz de rivalizar con el poder angloamericano. Como si fuera una premonición de la futura Unión Europea, la capitalidad de Mitteleuropa sería compartida por diferentes ciudades europeas, que albergarían distintas funciones políticas y administrativas. Hoy sabemos que el desarrollo industrial germano inquietaba a Gran Bretaña y que la posibilidad de un mercado común paneuropeo dominado por Alemania fue uno de los motivos que provocaron la intervención británica en la Primera Guerra Mundial.

Lógicamente, el expansionismo alemán contribuyó a la fermentación de la ideología nazi, aunque ésta presentaba importantes elementos de ruptura como la teoría racial o el antisemitismo. Pero las conexiones se hacen evidentes en la configuración del nuevo orden económico europeo concebido por los ideólogos del III Reich. Como ha señalado Gattei, los nazis preveían la constitución de un gran espacio económico de alcance continental, basado en el marco como moneda común y gestionado por un Banco Central Europeo, que haría posible el desarrollo económico e industrial de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Este espacio, dirigido y controlado por el Estado alemán, albergaría un núcleo duro de países generadores de excedentes y una periferia subordinada desde el punto de vista político y económico, que abarcaría a los países del sur de Europa y a la Unión Soviética, entre otros muchos territorios. El desenlace del conflicto bélico frustró la unificación económica de Europa imaginada por los nazis, pero la similitud con el proceso de integración europea parece innegable, sobre todo a partir del Tratado de Maastricht.

Podría objetarse, no sin cierta razón, que la unión monetaria acordada en la ciudad holandesa se produjo a iniciativa de Francia, que veía con preocupación la creciente superioridad económica alemana en el contexto europeo, especialmente tras la reunificación acaecida en 1990. A través de la moneda única, Mitterrand y Delors pretendían amarrar la política económica germana reduciendo el margen de maniobra de los Estados nacionales en esta materia. Sin embargo, Alemania aceptó el reto e impuso que la configuración de la divisa única respondiera estrictamente a sus intereses comerciales, privando a los países deficitarios de la posibilidad de efectuar devaluaciones competitivas. La idea, una vez más, era organizar Europa alrededor de un centro exportador y económicamente homogéneo, rodeado de una periferia importadora y cada vez más dependiente desde el punto de vista económico. Aunque a alguno se le erice el pelo, la actual Unión Europea se encuentra cada vez más próxima al gran espacio europeo concebido por los nazis para dominar el Viejo Continente mediante una suerte de unión económica y comercial.

La historia oficial de la Unión Europea interpreta el proceso de integración como una respuesta cooperativa de los países europeos al cataclismo que significó la Segunda Guerra Mundial. Desde esta perspectiva, la unificación económica de Europa haría imposible el estallido de una nueva conflagración bélica, constituyendo el marco idóneo para que la reconstrucción de posguerra discurriera por cauces pacíficos y democráticos. El Tratado de Maastricht y la aparición del euro vendrían a ser la última parada de un largo camino iniciado con el mercado común y culminado con la implantación de la moneda única, que permitiría dejar atrás el turbulento pasado del continente europeo. Los nombres de Jean Monnet o de Robert Schumann, por mencionar sólo dos conocidos ejemplos, son objeto de veneración y se pronuncian con respeto en el ámbito académico e institucional. En todo ello hay, sin duda, una parte de verdad, pero no es en modo alguno toda la verdad.

La historia contemporánea de Europa permite seguir el rastro de un proyecto hegemónico progresivamente elaborado por el establishment alemán para dar rienda suelta a sus ambiciones. La derrota militar a manos de los Aliados y la división de Alemania en 1949 contuvieron el poderío teutón durante más de cuarenta años, pero la caída del Muro trastocó completamente el curso de los acontecimientos. La Alemania unificada retomó rápidamente la idea de impulsar su crecimiento a base de exportaciones, aprovechando las ventajas de una moneda común que ha convertido la zona euro en una reserva de caza alemana. A la vista de los nubarrones que se ciernen sobre Grecia, los pueblos del sur de Europa deberían tener muy presente esta parte de la historia, casi siempre oculta. La verdadera disyuntiva consiste en salir del euro y recuperar la soberanía o afrontar una lenta pero inexorable transición hacia el subdesarrollo. Y ahora, si quieren, llámenme germanófobo.

Héctor Illueca Ballester es Doctor en Derecho e inspector de Trabajo y Seguridad Social.


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TTIP. ¿ACABARÁ ESCLAVIZÁNDONOS TODAVÍA MÁS GRACIAS A LAS POLÍTICAS DEL PP Y DEL PSOE FUNDAMENTALMENTE?



El Tratado de Libre Comercio que destruyó México

Rebelión
Sputnik News
10.04.2015



La política no es otra cosa que economía concentrada. V.I. Lenin 1870-1924

El fin del Siglo XX y el comienzo del Siglo XXI se han caracterizado no solamente por la proliferación de guerras, sino también por el boom de diferentes tratados internacionales que en muchos casos han devastado la economía y la estabilidad de muchos países, llevándolos a una vorágine de dependencia de la cual no pueden salir.

Día tras día la prensa globalizada nos está informando sobre los acuerdos FIPA, ACTA, AP, TPP, TTIP, TIFA, NAFTA, TLC, GATT, WTO, TISA etc. y nos preguntamos lógicamente para qué existen tantos tratados y qué intereses sirven. Para entender todo este embrollo, del que por supuesto sólo se han beneficiado o se benefician unos pocos, habrá que revisar la historia.

Resulta, según los archivos de la Carnegie Endowment for International Peace (Fundación Carnegie para la Paz Internacional), que ya en 1908 la junta directiva de esta organización estaba debatiendo "si habían otras formas conocidas además de la guerra para poder alterar la vida de una nación". Después de muchos días de deliberación, los participantes llegaron a la conclusión que la guerra siempre había sido el método más efectivo de cambiar la vida de una nación o una sociedad. A la vez afirmaron que tratados, acuerdos y pactos internacionales también podrían servir este propósito orientados a debilitar la soberanía del Estado a través de su gradual subordinación a las organizaciones internacionales.

En la era de la globalización las corporaciones transnacionales amparadas por la única superpotencia del mundo, Estados Unidos, tomaron bajo su control el aparato de toma de decisiones de la mayoría de las organizaciones internacionales que a su vez, a través de los acuerdos bilaterales o multinacionales hicieron disminuir la libertad política, jurídica y económica de los países participantes en nombre del acuerdo internacional firmado. En realidad cada tratado internacional afecta la soberanía de los países firmantes y en especial la de los países en proceso de desarrollo que, frecuentemente o casi siempre, aceptan las imposiciones de las naciones más poderosas con quienes firman el acuerdo.

México es un ejemplo más claro de las consecuencias que podrían tener los tratados en la vida económica, política y financiera de una nación y de su sociedad. Siempre en la mira de su vecino del Norte, este orgulloso y soberano país finalmente sucumbió a las presiones de Washington y sus generosas promesas de prosperidad y firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA en inglés) con Estados Unidos y Canadá en 1992. A partir del primero de enero de 1994 este tratado entró en vigencia. Aquel año muchos estudiosos mexicanos denunciaron que eran muy pocas personas que pudieron tener acceso a los 2226 artículos de aquel acuerdo antes de la firma final y ni siquiera los miembros del Congreso tuvieron tiempo de revisarlos con detenimiento y debatirlos.

En todos estos 20 años de existencia del TLCAN la prensa globalizada no cansaba de hablar año tras año de las ventajas económicas que tendría México a mediano y largo plazo. Sin embargo, mientras el tiempo avanzaba, el país se empobrecía cada vez más, lo que se reflejaba en el incremento de la violencia y del crimen organizado. Actualmente México es considerado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos como el "cementerio de desaparecidos", cuyo número supera 25 mil personas y esto sin contar unos 100 mil muertos por violencia en los últimos 20 años y más de 150 mil personas desplazadas.

El país que en 1994 era prácticamente autosuficiente en la alimentación, para 2014 se convirtió en importador neto de alimentos básicos en América Latina. De acuerdo al periodista mexicano, Carlos Fernández-Vega, desde la entrada en vigor del TLCAN el país ha importado alimentos "por 275 mil millones de dólares y el 80 por ciento de los cuales proviene de EEUU, mientras se incrementa el número de mexicanos sin acceso a los alimentos y el campo nacional es una enorme fábrica de pobres".

En 1994 se importaron los alimentos por 1.800 millones de dólares y en 2014 por 25 mil millones de dólares. Actualmente el país importa el 75 por ciento del consumo nacional de arroz, 30 del maíz y el 42 por ciento de trigo. También compra principalmente en Norteamérica carne, lácteos, huevos, leche, aves, semillas etc. Su exportación se limita a hortalizas, plantas, raíces y tubérculos, frutas, bebidas y vinagre. México ya dejó de ser autosuficiente en productos del mar teniendo 12 millas de mar territorial y 200 millas de zona económica exclusiva y su flota pesquera prácticamente ha desaparecido.

Todo esto explica por qué el 60 por ciento de 112 millones de habitantes de México son pobres y sin acceso a la seguridad social. El TLCAN tampoco ha traído el prometido trabajo completo. Actualmente casi 30 millones de mexicanos trabajan en la informalidad (60.1 por ciento de la población ocupada) con el sueldo mínimo de 167 dólares al mes. Según los informes gubernamentales, el índice de obesidad y sobrepeso de los habitantes del país aumentó en estos 20 años del 32 al 78 por ciento debido a la mala alimentación y la falta de acceso a la alimentación nutritiva que ha sido reemplazada por la comida chatarra importada de EEUU. Tal es la situación que tres de cada cuatro camas de hospital las ocupan pacientes con enfermedades relacionadas con obesidad.

Sin embargo, para el presidente de EEUU, Barack Obama "México de hoy registra un progreso importante", según expresó. En cierto modo tiene razón el "gerente de la Casa Blanca" pues los ricos nacionales se hicieron más pudientes. Carlos Slim aumentó su fortuna en estos 20 años de 6.800 millones de dólares a 77.100 millones, Ricardo Salinas Priego de 1.900 millones a 8,000 millones, la Familia Servitge Montull de 1.200 millones a 4.900 millones y Alberto Bailléres de 1.900 a 10.400 millones de dólares, como lo anunció la revista Forbes. En total la fortuna de los multimillonarios mexicanos aumentó de 44.100 millones en 1994 a 129.300 millones de dólares. Seguro a eso se refería Barack Obama cuando hablaba del "progreso" mexicano.

Estados Unidos también obtuvo su "progreso" tanto en términos económicos y financieros a través del TLCAN como en los geopolíticos y geoestratégicos. Sus corporaciones energéticas recibieron el acceso al petróleo mexicano (10.500 millones de barriles) que el actual presidente del país Enrique Peña Nieto logró privatizar, además la banca norteamericana tomó control del sector financiero nacional. Los agentes del Servicio de Alguaciles de EE.UU., del Departamento de Justicia, de la DEA, FBI andan por el país como "Pedro por su casa", inclusive participan disfrazados y armados como elementos de la Marina mexicana en operativos antinarcóticos y de otra índole. Mientras tanto, la droga fluye a través de México a Norteamérica. Se calcula que cada año entran a EEUU algo de 700 toneladas de cocaína a pesar de todo este despliegue de las fuerzas de seguridad, tanto nacionales como norteamericanas.

México en realidad se ha convertido en el primer laboratorio norteamericano para remodelar un Estado y acomodarlo a sus intereses y a los intereses de sus corporaciones. Tiene toda la razón el periodista mexicano, Alejandro Nadal al afirmar que el capital financiero globalizado "no está destruyendo el Estado, sino que lo está reconfigurando y reorganizando para que responda a sus necesidades e intereses". El mismo mercado neoliberal necesita un Estado que facilite crear el mercado electoral, judicial y legislativo y además que sepa controlar y hacer obediente la mano de obra. La corrupción es uno de los métodos de lograr todas estas metas, en beneficio de la primera superpotencia del mundo y de sus corporaciones. El Estado a cambio recibe la protección moral y en cierto modo la económica y mediática de las corporaciones envueltas en este juego donde lo nacional cede el piso a lo transnacional.

Tal es la situación de México actual que, según el editor del "International Forecaster", James Corbett, en 2013 la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU presentó una infografía a la senadora demócrata Diane Feinstein donde Norteamérica, Canadá y México eran parte de su "Homeland" (Patria) que en el futuro se convertiría en la Unión Norteamericana. La misma idea de crear una Comunidad Norteamericana fue lanzada en 2005 por la Comisión Trilateral estadounidense, el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales y por el Canadian Council of Chief Executives. Todo es cuestión de tiempo y de aprobación de nuevos acuerdos, tratados y pactos que Washington está implementando paso a paso mientras el pueblo mexicano y el canadiense, están siguiendo el juego de despolitización en el que los están envolviendo los medios de comunicación, día tras día, con paciencia, insistencia y persistencia, de acuerdo a los manuales de la "guerra psicológica".

En realidad Canadá, México, América Central y el Caribe constituyen una pequeña parte del proyecto norteamericano del imperialismo globalizado.

Estados Unidos también está enfrascado, a tiempo completo, en el proyecto de sacar Europa, envuelta desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en unos tratados secretos con Estados Unidos reforzados posteriormente a través de acuerdos comerciales y militares (OTAN), de su camino geoeconómico y geopolítico. La próxima firma del Tratado Trans — Atlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) pondrá fin a la soberanía de la Unión Europea y a la de sus miembros en términos individuales. También está en marcha el Tratado Trans-Pacífico de La Asociación Económica de la Región de Asia-Pacífico (TPP) proyectado hacia el dominio de Asia y el aislamiento de China y Rusia.

Pero como dice el refrán popular: "El que abarca mucho, aprieta poco". La vida siempre da sorpresas y esta tierra ya no es "un río de rodillas". Por de pronto América Latina lo está demostrando. China se ha convertido en la segunda economía del mundo y su yuan ya es la segunda moneda de reserva internacional aunque no lo reconozca oficialmente la Casa Blanca. Rusia está recuperándose a pesar de las sanciones de EEUU. y sus satélites como la Unión Europea y Australia, a través de su presidente, Vladimir Putin anuncia a los cuatro vientos "que nadie se haga ilusiones de que pueda lograr supremacía sobre Rusia".
¿Lo tendrán en cuenta los globalizadores iluminados tanto neoliberales como neoconservadores?. Lo dudo mucho, porque como dijo Antón Chéjov, "cada uno tiene cabeza, pero no todos la necesitan".


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OPOSICIÓN POLÍTICA EN CUBA



25 verdades sobre el disidente cubano Manuel Cuesta Morúa

Rebelión
Al Mayadeen
10.04.2015


El opositor cubano participa en la Cumbre de las Américas los días 10 y 11 de abril de 2015 en Panamá y llevará la palabra de Washington, su principal patrocinador.


1. Nacido en 1962, Manuel Cuesta Morúa es un opositor cubano, fundador, entre otros, del Partido Arco Progresista de Cuba. También es coordinador de la Plataforma “Nuevo País”, que agrupa a una parte de la disidencia.


2. Favorable a un cambio de sistema en Cuba, Cuesta Morúa, quien no obstante militó en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), es un feroz detractor del Gobierno y publica regularmente acerbas crónicas en el sitio Cubanet, que recibe subvenciones de la Agencia Estadounidense Internacional para el Desarrollo (USAID), ella misma financiada directamente por el Departamento de Estado de Estados Unidos.


3. La Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, NED) financia las actividades de oposición de Cuesta Morúa. La NED fue creada por el antiguo presidente estadounidense Ronald Reagan en 1983, en una época en que la violencia militar había tomado el paso sobre la diplomacia tradicional en los asuntos internacionales. Gracias a su poderosa capacidad de penetración financiera, la NED tiene como objetivo debilitar a los gobiernos que se opondrían a la política exterior de Washington.


4. Según el New York Times [artículo de marzo de 1997], la NED “se creó hace 15 años para realizar públicamente lo que la Central Intelligence Agency (CIA) ha hecho subrepticiamente durante décadas. Gasta 30 millones de dólares al año en apoyar a partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos en decenas de países”.


5. En septiembre de 1991 Allen Weistein, padre de la legislación que dio nacimiento a la NED, expresó lo siguiente al Washington Post: “Mucho de lo que hacemos hoy lo hizo la CIA hace 25 años de modo clandestino”.


6. Carl Gershman, primer presidente de la NED, explicó en junio de 1986 la razón de ser de la Fundación: “Sería terrible para los grupos democráticos del mundo entero aparecer como subvencionados por la CIA. Vimos eso en los años 60 y por eso acabamos con ello. Es porque no podíamos seguir haciéndolo por lo que se creó la Fundación”.


7. Así, según el New York Times, Allen Weinstein y Carl Gershman, Manuel Cuesta Morúa está financiado por una oficina pantalla de la CIA.


8. Manuel Cuesta Morúa condenó el ataque al cuartel Moncada del 26 de julio de 1953 que lanzó Fidel Castro contra la dictadura militar de Fulgencio Batista apoyada por Estados Unidos, acción que desató la Revolución Cubana. El disidente fustigó a todos los dirigentes latinoamericanos por viajar a Cuba con el fin de celebrar al 60 aniversario de la sublevación popular en 2013 y hacer, según él, “apología de la violencia”. Según él, “esta alabanza latinoamericana y caribeña es […] una falta de respeto hacia nuestra historia”. [1]


9. Para Cuesta Morúa la Revolución Cubana, cuyas conquistas sociales son alabadas por las más prestigiosas instituciones internacionales –particularmente en el campo de la salud –, es un fracaso total. Según sus palabras, con el advenimiento del socialismo, Cuba se ha convertido en un “país sin baños públicos, con portales con tres décadas de suciedad, edificios a medio derrumbar, hospitales listos para transmitir infección”. [2]


10. Según el opositor, el mercado del empleo en Cuba es sinónimo de “regreso de la esclavitud en el trabajo, ahora sin trata negrera”. [3] La Organización Internacional del Trabajo (OIT) no comparte este punto de vista y al contrario califica el sistema cubano de seguridad social de “milagro” por la protección que brinda a los trabajadores y por la baja tasa de desempleo. [4]


11. Nelson Mandela, héroe de la lucha contra el apartheid, símbolo del combate por la emancipación humana, rindió homenaje a la intervención cubana en África para ayudar a los movimientos de liberación nacional en Angola y Namibia, entre otros, y al Congreso Nacional Africano (ANC) en su lucha contra el régimen de Pretoria: “Desde sus días iníciales, la Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para todos los pueblos amantes de la libertad. El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan”. [5]Thenjiwe Mtintso, embajadora de Sudáfrica en Cuba, recordó la verdad histórica a propósito del compromiso de Cuba en África: “Hoy Sudáfrica tiene muchos amigos nuevos. Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez que apoyaban a la Sudáfrica del apartheid. Esos mismos amigos hoy quieren que nosotros denunciemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple, es la sangre de los mártires cubanos y no de estos amigos la que corre profundamente por la tierra africana y nutre el árbol de la libertad en nuestra Patria”. [6] Pero Cuesta Morúa, por su parte, lejos de rendir tributo a la solidaridad internacionalista de su país, denuncia lo que llama “el imperialismo revolucionario hacia el Tercer Mundo”. [7]


12. Del mismo modo, mientras el mundo entero celebra las misiones internacionalistas humanitarias cubanas por todo el planeta, con más de 50.000 médicos y otro personal sanitario que trabaja voluntariamente en más de 60 países del Tercer Mundo –el ejemplo más reciente la intervención cubana en el oeste de África para luchar contra la epidemia de ébola–, Manuel Cuesta Morúa estigmatiza, al contrario, “el imperialismo revolucionario hacia el Tercer Mundo : en forma de misiones militares o de misiones médicas y educativas”. [8]


13. Para el opositor “la Revolución Cubana ya no existe” pues “fue, por naturaleza, una revolución conservadora” sin “posibilidades de una modernización social, política y cultural coherente, en consonancia con la dinámica mundial: el feminismo, los negros y el movimiento homosexual y de lesbianas”. [9] Aquí también Cuesta Morúa contradice a las más eminentes instituciones internacionales que multiplican las alabanzas a Cuba por su política de integración de las minorías. A guisa de ejemplo, hay unanimidad entre los estudiosos para reconocer que la Revolución Cubana ha sido sinónimo de emancipación de la mujer. Con una esperanza de vida de 80 años, una tasa de mortalidad infantil de 4,6 por mil, una tasa de mortalidad materna de un 0,02%, una tasa de fecundidad de 1,5 hijos, un salario estrictamente igual al del hombre por un empleo similar, un derecho a una pensión plena después de 30 años de cotización, la mujer cubana goza de un estatus único entre los países en vía de desarrollo. También representa el 60% de los estudiantes, el 44% de la población activa, el 66,4% de los técnicos y profesionales del país de nivel medo o superior (profesores, médicos, ingenieros, investigadores, etc.), el 66% de los funcionarios civiles, el 46% de los cargos de dirección en el sector económico y el 48,66% de los diputados del Parlamento nacional.


14. Para Manuel Cuesta Morúa, la hostilidad de Estados Unidos hacia Cuba es una fabricación de las autoridades de La Habana: “El gobierno cubano construyó un enemigo formidable para enmascarar un régimen autoritario”. [10] Así, la invasión de Bahía de Cochinos de 1961, la amenaza de desintegración nuclear en 1962, el financiamiento del terrorismo contra Cuba (3.478 muertos y 2.099 discapacitados), las sanciones económicas, la agresión política, diplomática y mediática sólo son un “muro narrativo” inventado por “el régimen cubano”.


15. Según él la política de Estados Unidos hacia La Habana desde 1959 “ayudó a poner de relieve el tema de los derechos humanos en Cuba”. [11]


16. Manuel Cuesta Morúa está a favor de la Ley de Ajuste Cubano que adoptó el Congreso de Estados Unidos en 1966, destinada a fomentar la emigración ilegal y el robo de cerebros. Única en el mundo, estipula que todo cubano que entre legal o ilegalmente a Estados Unidos, pacífica o violentamente, después del 1 de enero de 1959, consigue automáticamente al cabo de un año y un día el estatus de residente permanente. Para el disidente, la eliminación de dicha legislación “sería contraproducente para el control legal del flujo migratorio”. [12]



17. Manuel Cuesta Morúa minimiza el impacto de las sanciones económicas contra la población cubana. Según él se trata de un simple “embargo” y no de un “bloqueo” y omite señalar así el carácter extraterritorial, es decir contrario al derecho internacional, del estado de sitio impuesto a la isla desde 1960. [13]


18. El disidente cubano está cercano a los círculos de poder estadounidenses. Intervino ante el Senado a invitación del senador Marco Rubio, acérrimo opositor a todo acercamiento a Cuba y exigió que se dejara de “culpar al vecino del norte por los problemas de la isla”. [14] Según él las sanciones económicas son una excusa del Gobierno cubano para justificar las dificultades que enfrenta el país, contradiciendo así a la comunidad internacional que condenó en 2014, con abrumadora mayoría de 188 votos contra 2 (EE.UU. e Israel), por vigesimotercer año consecutivo, el estado de sitio impuesto a los cubanos, que constituye el principal obstáculo al desarrollo de la isla.


19. Según Cuesta Morúa el acercamiento entre Washington y La Habana constituye una “victoria estratégica de los Estados Unidos frente al Gobierno cubano”. [15] El presidente Obama, por su parte, no comparte este punto de vista y reconoce que la política de hostilidad hacia Cuba ha sido un fracaso total: “Vamos a poner fin a un enfoque obsoleto que ha fracasado durante décadas en promover nuestros intereses. […] Ninguna nación nos ha seguido en la imposición de esas sanciones. […] Después de todo, esos últimos cincuenta años han demostrado que el aislamiento no ha funcionado. Es tiempo de adoptar un nuevo enfoque. […] La política estadounidense hacia Cuba ha aislado a Estados Unidos de sus socios regionales e internacionales, ha limitado [la] capacidad de influencia en el continente americano”. [16] John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, comparte el análisis: “N o sólo esta política ha fracasado […] sino que también ha aislado a Estados Unidos en vez de aislar a Cuba”. [17]


20. El disidente cubano es un gran admirador del modelo estadounidense. Según él “el modelo de éxito y bienestar, y no solo para la generación de nuestros hijos, radica en los Estados Unidos. Muchos de nuestros padres y abuelos viajan allí para insertarse en la generosa estructura de seguridad social que se ofrece en aquel país para los ancianos”. [18] Poco importa si todos los indicadores contradicen esta afirmación. A guisa de ejemplo, según las estadísticas oficiales, mientras Estados Unidos es el país más rico del mundo, al menos el 14,5% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, o sea 45,3 millones de personas. Del mismo modo el 19,9% de los niños menores de 18 años sufren pobreza. [19]


21. Manuel Cuesta Morúa denuncia a los países de la nueva América Latina, a saber, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Brasil y Argentina y fustiga “el antinorteamericanismo histórico de la región [que] […] pospone […] la defensa íntegra de los valores democráticos en el hemisferio”. [20]Según él ninguno de los presidentes que llegaron al poder mediante escrutinios reconocidos por su transparencia por las instituciones internacionales es legítimo: “¿Cree alguien de verdad que la Kirchner, o los Lula, Correa, Morales, Ortega y Maduro son demócratas?”


22. En cambio el disidente cubano rinde homenaje a la Organización de Estados Americanos, “única organización […] que cuenta con mecanismos consolidados, con una referencia y una experiencia tradicional”. [21] No obstante esta entidad, tradicionalmente sumisa a Estados Unidos al punto de recibir el apodo de “Ministerio de las Colonias”, suscita un rechazo creciente en América Latina, en beneficio de nuevas estructuras de integración basadas en la igualdad soberana y la reciprocidad como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), fundada en 2011, que agrupa a los 33 países del continente americano –más allá de las diferencias políticas e ideológicas– con la excepción de Canadá y Estados Unidos.


23. De hecho Manuel Cuesta Morúa expresa su oposición a los procesos de integración en América Latina si no se realizan bajo la tutela estadounidense. Para él la CELAC es un “fantasma político de reciente estreno”, “sin mecanismos, instituciones, [ni] representatividad política”, “de la que nadie en su sano juicio hablará en largo rato, si acaso lo hace en el futuro”. [22]


24. Desde 1959 uno de los principales pilares de la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba ha consistido en organizar, asesorar y financiar a una oposición interna con el fin de conseguir un “cambio de régimen”. Si esta política fue clandestina de 1959 a 1991, ahora es pública y está asumida por Washington. Así, la ley Torricelli de 1992, la ley Helms-Burton de 1996, la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre en sus informes de 2004 y 2006, prevén un financiamiento de la oposición interna en Cuba que llega a 20 millones de dólares anuales.


25. En una palabra Manuel Cuesta Morúa, que reside en Cuba y se beneficia de todas las ventajas del sistema de protección social del país, es un disidente vinculado al poder estadounidense mediante la NED, una oficina pantalla de la CIA que contribuye financieramente al desarrollo de sus actividades de oposición al Gobierno de La Habana.



NOTAS
[1] Manuel Cuesta Morúa, “Progresistas muy raros”, Cubanet, 2 de agosto de 2013. http://www.cubanet.org/articulos/progresistas-muy-raros/(sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[2] Manuel Cuesta Morúa, «La revolución pudo haberse escapado por la alcantarilla», Cubanet, 12 de agosto de 2013.http://www.cubanet.org/otros/la-revolucion-pudo-haberse-escapado-por-la-alcantarilla/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[3] Manuel Cuesta Morúa, «La piñata, la represión y el capitalismo en Cuba » , Cubanet, 2 de mayo de 2014.http://www.cubanet.org/opiniones/63383/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[4] Granma , «Director regional de OIT califica de ‘casi un milagro’ sistema cubano de seguridad social», 30 de marzo de 2005.
[5] Salim Lamrani, Cuba. Ce que les médias ne vous diront jamais, Paris, Editions Estrella, 2009, prologue.
[6] Piero Gleijeses, «Cuito Cuanavale: batalla que terminó con el Apartheid», Cubadebate, 23 de marzo de 2013.
[7] Manuel Cuesta Morúa, «Los muertos no hablan de revolución», Cubanet, 22 de enero de 2014. http://www.cubanet.org/destacados/los-muertos-no-hablan-de-revolucion/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[8] Ibid.
[9] Manuel Cuesta Morúa, «Los muertos no hablan de revolución», Cubanet, 22 de enero de 2014. http://www.cubanet.org/destacados/los-muertos-no-hablan-de-revolucion/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[10] Agustina Ordoqui, « ‘La apertura de Cuba es el fin del modelo, pero no del gobierno’ » , Infobae, 15 de marzo de 2015.http://www.infobae.com/2015/03/15/1716051-la-apertura-cuba-es-el-fin-del-modelo-pero-no-del-gobierno (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[11] Ibid.
[12] Manuel Cuesta Morúa, «La ley ‘asesina’ que permite comer a muchos cubanos » , Cubanet, 28 de noviembre de 2013.http://www.cubanet.org/articulos/la-ley-asesina-que-permite-comer-a-muchos-cubanos/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[13] Ibid.
[14] 14ymedio , “Opositores cubanos hablaron en la audiencia del Senado de Estados Unidos”, 3 de febrero de 2015.http://www.14ymedio.com/internacional/Opositores-hablaron-audiencia-Senado-Unidos_0_1718828110.html (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[15] Manuel Cuesta Morúa, «Cuba: la derrota estratégica I », Cubanet, 21 de mayo de 2014. http://www.cubanet.org/opiniones/cuba-la-derrota-estrategica/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[16] The White House , « Barack Obama’s Speech: Charting a New Course of Era », 17 de diciembre de 2014.http://www.whitehouse.gov/issues/foreign-policy/cuba (site consulté le 17 décembre 2014)
[17] John Kerry, “Statement by Secretary Kerry: Announcement of Cuba Policy Changes”, U.S. Department of State, 17 de diciembre de 2014.http://iipdigital.usembassy.gov/st/english/texttrans/2014/12/20141217312131.html#axzz3MC4Z8Upx (sitio consultado el 17 de diciembre de 2014)
[18] Manuel Cuesta Morúa, «La derrota estratégica II», 22 de mayo de 2014. http://www.cubanet.org/opiniones/cuba-la-derrota-estrategica-ii/(sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[19] The United States Census Bureau , “2013 Highlights”, 2014. http://www.census.gov/hhes/www/poverty/about/overview/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[20] Manuel Cuesta Morúa, « Cuba y las democracias en América Latina”, Cubanet, 28 de abril de 2014. http://www.cubanet.org/opiniones/cuba-y-las-democracias-en-america-latina/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[21] Manuel Cuesta Morúa, « Desconcierto en las Américas ante Venezuela”, Cubanet, 5 de marzo de 2014.http://www.cubanet.org/opiniones/desconcierto-en-las-americas-ante-venezuela/ (sitio consultado el 7 de abril de 2015)
[22] Ibid.

Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba, the Media, and the Challenge of Impartiality, New York, Monthly Review Press, 2015, con un prólogo de Eduardo Galeano.http://monthlyreview.org/books/pb4710/ Contacto: lamranisalim@yahoo.fr Salim.Lamrani@univ-reunion.fr Página Facebook:https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel