sábado, 12 de marzo de 2016

UNION EUROPEA: EL GRAN CAPITAL CREA EL PROBLEMA, Y DE SUS CONSECUENCIAS HACE OTRO PROBLEMA + LA OTAN

Combinando racismo, nacionalismo e imperialismo
 
La OTAN contra los refugiados en el mar Egeo

Rebelión
A l'encontre
04.03.2016
 
Una poderosa flota de la OTAN /1, compuesta por 5 fragatas (griega, turca, alemana, italiana y canadiense) y otros 10 o 15 navíos de guerra, patrulla ya en el mar Egeo del Este y apunta a seres humanos en situación de miseria y desarmados, los miles de refugiados que arriesgan su vida en su esfuerzo por salir del infierno de la guerra incontrolable impuesta en Siria.
 
El objetivo principal de la flota es descrito así, de forma oficial, por los portavoces de los gobiernos (incluyendo el gobierno de Alemania, que tiene el control de la operación): “Luchar contra los flujos migratorios”. ¡El “push back” mortal, la obligación impuesta por la fuerza a los refugiados, para que vuelvan al país del que vienen (Turquía primero, luego Afganistán, Siria, …). ¡Navíos de guerra supermodernos y poderosos dedicados a frenar inmigrantes!
 
Entre los pretextos planteados por la OTAN está el argumento de que se trata de una guerra contra el “tráfico inhumano”. Pero este tráfico forma parte en lo esencial del pasado: tras las tragedias de Lampedusa /2, las fuerzas de los países llamados del Oeste decidieron hundir, por adelantado, los rudimentarios navíos de los traficantes (viejas embarcaciones o, muy a menudo, vetustos barcos de pesca) en sus puertos a lo largo de las costas de África del Norte, en particular de Libia. Esta decisión obligó a los refugiados y refugiadas a buscar medios de “transporte” aún más peligrosos.
 
Hoy, centenares de mujeres y de hombres, de todas las edades, incluyendo niños y niñas, se amontonan en canoas hinchables. Sin la presencia de un solo marinero mínimamente experimentado, intentan atravesar la mar por ellos mismos, buscando trayectos lo más breves posibles para alcanzar una u otra isla. Y se ahogan por miles /3. Los “traficantes”, sencillamente, ya no están en los lugares en los que se producen las tragedias.
 
El motivo racista de las eurodirecciones es presentado sin disimulos. Como ha declarado Donald Tusk: “Europa estará obligada a hacerse menos atractiva, a pesar de sus deseos”. Este perfil “menos atractivo” del imperialismo del Oeste será impuesto a los refugiados por el recurso a la fuerza militar no camuflada, abrupta.
 
Los resultados serán trágicos. Es imposible detener los flujos de refugiados. Por tanto, la presencia de los navíos de la OTAN les obligará a intentar pasar por vías aún más peligrosas, de noche, en medio del frío y el mal tiempo. No es necesario ser un lobo de mar para comprender que los “naufragios” van a multiplicarse masivamente y vamos a tener centenares de muertos oficialmente verificados y aún más “desaparecidos”.
 
Diplomacia inhumana
 
La operación de la OTAN ha recibido el acuerdo de los gobiernos de Atenas y de Ankara.
Alemania y otras fuerzas europeas se han orientado ya hacia la política racista del “desvío” violento de los “flujos de refugiados y refugiadas”. Angela Merkel tiene un problema político por su derecha /5. Hollande intenta prolongar hasta el infinito el “estado de urgencia” en Francia, en nombre del peligro yihadista (que es un peligro sin fin y por tanto una salida del estado de urgencia sin fecha tope). Renzi negocia objetivos económicos (la deuda monstruosa de Italia) en contrapartida de la política de fronteras cerradas frente a los refugiados. La UE se vuelve muy rápidamente “menos atractiva” para los refugiados, los inmigrantes, pero también las poblaciones locales.
 
Turquía ofrece su “hospitalidad” -negociada a base de miles de millones- a unos 3 millones de refugiados y refugiadas, que vienen principalmente de Siria, pero también del resto de la región en sentido amplio (desde Irak o Afganistán hasta “países” salidos de la exYugoslavia, etc.). Es un problema económico y político colosal y el régimen de Erdogan intenta “enviar” una parte de esta población hacia el Oeste (utilizando cualquier medio).
 
La entrada de la OTAN en el mar Egeo para esta tarea está evidentemente ligada a razones diplomáticas y geopolíticas más generales. La guerra en Siria engendra posibilidades que constituyen para Ankara una pesadilla diplomática, política e incluso militar: la creación de un Estado kurdo independiente en sus fronteras del sur y del sureste, así como el creciente poder militar de una corriente del nacionalismo árabe (Daech) que, bajo la forma del “califato de Bagdad”, constituye una afrenta para el nacionalismo turco.
 
Los atentados a gran escala de los yihadistas en Turquía confirman esta contradicción y ponen en cuestión las teorías conspiracionistas, que son tan populares en la prensa griega, sobre las relaciones entre Erdogan y Daech. En fin, la poderosa intervención militar de la Rusia de Putin en Siria (con un armamento renovado y una estrategia de destrucción elaborada en la última guerra de Tchechenia) ha cambiado la situación militar y, en gran parte, la política. Por primera vez, desde hace mucho, se presenta un escenario de estabilización relativa del régimen de Assad, con una nueva posición de fuerza en la perspectiva de la postguerra.
 
Todos estos factores ejercen una presión sobre Recep Tayyip Erdogan para que dé un giro hacia el Oeste, que debe colmar las múltiples grietas provocadas por la guerra de Irak en las relaciones entre Turquía y la OTAN. Debe intentar demostrar que es un pilar indispensable del imperialismo occidental en la región.
 
El gobierno de Syriza-Anel (Griegos independientes) tiene motivos comparables. Como declara incluso el ministro Giannis Mouzalas (Ministro de Inmigración), Grecia debe acoger a entre 50 000 y 70 000 refugiados y refugiadas. Se trata de un asunto “gestionable”, pero esta política está atascada en la “valorización” utilitarista, mediática y política del tema realizada entre otros por el ministro de defensa Panagiotis Kamménos. Incluso en las declaraciones hechas por Tsipras, es evidente que intentan ligar la política sobre los refugiados y refugiadas con un cierto relajamiento de las presiones de los acreedores que demandan una aplicación más rápida del Memorándum 3.
 
También, según Dimitris Avramopoulos, la marina y la policía de los puertos de Grecia son bastante fuertes como para aplicar con éxito una política de “cambio de ruta” de los refugiados y refugiadas. Lo que las fuerzas griegas no pueden imponer es que el Estado turco readmita a los y las refugiadas ya “desviados”. Así pues, esta tarea es asumida por las fuerzas de la OTAN.
 
Algo muy fuerte cae sobre la cabeza de hombres y mujeres desarmados e impotentes: la OTAN despliega su flota en un territorio “caliente”, a una distancia mínima de Siria y de las fragatas rusas que ya se encuentran en el Mediterráneo Este. Pero las relaciones entre Turquía y Grecia son también un factor que añade complejidad, de forma peligrosa, a la situación.
 
Juegos de poder
 
La cuestión de la soberanía en el mar Egeo está regulada por el Tratado de Lausana. Un tratado entre Turquía y los países de los Balcanes, principalmente Grecia en lo que concierne al mar, bajo la garantía de los grandes poderes de la época. El Tratado de Lausana (1923) da a Grecia la soberanía sobre numerosas islas del mar Egeo y las menciona una por una, pero concluye que, si hay otras cuestiones de soberanía, serán reguladas por nuevos tratados bilaterales, bajo la garantía de las “grandes potencias”.
 
Como se podía esperar, Grecia y Turquía han intentado interpretar el tratado según las correlaciones de fuerzas entre los dos Estados.
 
Turquía, tras haber eliminado a la minoría griega cristiana de Estambul (1919-1922), intenta sobre todo conservar las aguas territoriales de Grecia a 6 millas náuticas, a fin de que el mar Egeo siga siendo un “mar abierto”, con paso hacia las aguas internacionales. Las grandes potencias, e incluso la URSS de la época, la apoyaron, puesto que tenían interés en disponer de un paso libre al mar Egeo y el Mediterráneo del Este.
 
Grecia -sobre todo tras la derrota en Chipre de 1974-, tras haber militarizado las islas del Egeo del Este, sigue una política de “mar griega” (un esfuerzo de extensión de sus aguas territoriales, puesta en cuestión de la soberanía sobre los islotes rocosos que tienen una importancia estratégica, etc.).
 
La balanza de las fuerzas sobre este tema es aún indecisa. Es la razón de la política de confrontación “fría” que resulta cara en dinero pero también en vidas humanas, como en el reciente accidente del hundimiento de un helicóptero militar en el mar Egeo, cerca de la pequeña isla de Kiranos (11/02/2016).
 
Pretendidamente, la operación de la OTAN intenta evitar el aumento de esta tensión: las fuerzas griegas y turcas van a operar en los límites de su soberanía reconocida a nivel internacional. Sin embargo, la naturaleza de la región (que contiene centenares de islotes, roquedos, etc), así como de las operaciones en cuestión (la persecución de embarcaciones llenas a tope, casi incontroladas, sobrecargadas de seres humanos) son tales que no se pueden excluir acontecimientos incontrolables. Por no mencionar la realización de maniobras conjuntas de los ejércitos de Israel y de Grecia. La reciente historia (la crisis de Imia, pero también otros casos “desconocidos”) demuestra que incidentes de esta naturaleza pueden llevar a una escalada hasta el borde de la guerra.
 
Todo esto debería ser inaceptable para un gobierno democrático (por no hablar de quienes se presentan como izquierda radical). En estas condiciones de rigor absoluto, en estas condiciones de crisis social profunda, el juego del racismo combinado con el nacionalismo y la política proimperialista no es solo inaceptable sino también extremadamente peligroso.
 
La izquierda, el movimiento obrero, la mayoría social están interesados en continuar demostrando su solidaridad concreta con los y las refugiadas, proclamar “fuera la OTAN del mar Egeo y del Mediterráneo del Este”, y prevenir toda eventualidad de despertar de los peores nacionalismos en la región.
 
Notas
1/ La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte, creada en 1949, reúne a 29 países: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido (que se adhirieron en 1949), Grecia y Turquía (1952), República Federal de Alemania (1955), España (1982), Hungría, Polonia, República Checa (los tres en 1999), Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia (integrados en 2004), Albania, Croacia (en 2009).
 
La simple cronología de las “adhesiones” a la OTAN, a lo que se añade la política de fragmentación de la ex-Yugoslavia (en una interacción entre los aparatos dominantes de las exregiones y la política de los países imperialistas) del tipo Montenegro o como en Kosovo (el campo Bondsteel), países en plena debacle, aclara la política militar (en el sentido amplio del término) de la OTAN (Red de A l´Encontre).
 
2/ El 3 de octubre de 2013 una embarcación que transportaba a unos 500 “emigrantes” africanos naufragó cerca de la isla de Lampedusa, cercana a Sicilia. La catástrofe produjo 366 muertos, lo que constituye la mayor tragedia en el Mediterráneo desde el comienzo del siglo XXI (Red de A l´Encontre).
 
3/ En abril de 2015, según las cifras dadas por la Organización Internacional para las Emigraciones (una apropiada denominación “onusiana”) -citadas en Le Monde del 20/04/2015- unas 22 000 personas han muerto desde el año 2000 intentando llegar a Europa. En 2014, más del 75% de los emigrantes que han muerto en el mundo han muerto en el Mediterráneo. Esta tragedia es prolongada. A comienzos de septiembre de 2015, la Organización Internacional para las Emigraciones publicó estas cifras: cerca de 220 000 refugiados han llegado a Grecia, y cerca de 115 000 a Italia desde enero de 2015. Desde esa fecha, más de 2643 personas han muerto en el mar tras haber intentado llegar a Europa (Red de A l´Encontre).
 
4/ La prensa económica alemana o un semanario como Die Zeit han sacado a la luz la importancia de esta ola de refugiados y refugiadas para el capitalismo alemán -un país de bajos salarios, contrariamente a los mitos que se propagan- cuya historia está marcada, desde la Segunda Guerra Mundial, por olas de emigrantes provenientes de Alemania del Este (DDR), antes de la construcción del muro en 1961; de Italia, España, de Turquía, de “países” miembros de la Federación yugoslava, luego de Polonia, de Hungría, de Rusia, de Ucrania (con aspectos de trabajo estacional). Actualmente, una parte de la patronal toma iniciativas para “utilizar” una parte de los “demandantes de asilo” cualificados que vienen de Siria o Irak y en otros sectores de la economía (limpieza, construcción, subcontratación). El debate es evidentemente político, en un marco de puesta en cuestión práctica del Acuerdo de Schengen, y se basa no solo en las iniciativas de Pegida, sino también de la política de Merkel y de Schauble: reducir los gastos sociales de los habitantes, lo que suscita reacciones de un sector de ciudadanos frente a la publicación sistemática de “gastos enormes” en favor de los refugiados, cuando en realidad se trata de una inversión anticipada para tener acceso a más fuerza de trabajo, una fuerza de trabajo sometida a la presión de su estatus y del paro (Red de A l´Encontre).
 
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
 
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EUROPA SÍ, PERO NO LA EUROPA DE LOS GRANDES CAPITALES

 
UNIÓN EUROPEA, EL FRACASO DE LA MENTIRA

FALCÓ/REBELION 
Rebelión
08.03.2016
 
En septiembre último la Unión Europea (UE) reconoció que sus andanzas en África y Medio Oriente no estaban dando los resultados que ella, junto a los Estados Unidos, había soñado. La Primavera Árabe, esa “maravillosa” iniciativa que llevaría “democracia” y “libertad”, solo generó muertos y amontonó a varios millones de refugiados en las fronteras europeas. De allí en más, los 28 estados miembros de UE han realizado 4 consejos y varias cumbres extraordinarias sobre la ardiente cuestión inmigratoria y de todo solo emergió un ganador: Turquía, que se ha erigido en el gran extorsionador en ese trágico juego.
 
Formalmente todo concluyó en juramentos de amor, grandes compromisos y otras yerbas poco creíbles, pero la cuestión de fondo se sigue agravando.
 
Las condiciones que cientos de miles de refugiados están viviendo en Europa ofenden a la condición humana y dejan bien en claro que la construcción mediática de una Europa moderna y democrática era solo eso una construcción mediática, una gran mentira.
 
Las reuniones, los estrechones de manos, las sonrisas, las caras austeras y los miles de millones de euros que Turquía se llevó por convertirse en agente fronterizo han fracasado y la propia unidad de Europa ha empezado a zozobrar, aunque todavía tiene vida, cosa que han perdido ya cerca de 10.000 personas desde 2014 a lo que va de este año.
 
Los intentos de la canciller alemana Ángela Merkel por distribuir con razonabilidad teutona a los refugiados quedaron en la historia. La crisis económica europea sigue siendo lo suficientemente grave como para que cualquier político arriesgue su carrera por actuar con responsabilidad, ya olvidemos la obsolescencia de la fraternidad, palabreja que algunos tendrían que comenzar por borrar de sus enseñas nacionales.
 
El número de refugiados hacinados en la frontera greco-macedonia se ha duplicado, lo que aumenta también la angustia y la desesperación entre ellos.
 
El cierre de la frontera en Macedonia es solo un caso más de los que a tontas y locas se están produciendo espasmódicamente por toda Europa. Este tapón significara que los 70.000 refugiados que se estiman hoy en Grecia quedarán allí varados sin otro destino que el de la espera.
 
Grecia, es sabido, no tiene posibilidad material de resolver la la vida a nadie, empezando por los propios griegos; qué será de estas 70.000 almas que se arrumban en campos como los de Idomeni, donde ya hay cerca de 12.000 refugiados (2500 niños), no solo sirios, sino también iraquíes, afganos, pakistaníes e incluso africanos.
 
No hay que ser un físico como para saber qué pasa cuando a un tanque se le mete más contenido de lo que le cabe y que los resultados pueden ser catastróficos si ese contenido es inflamable.
 
El lunes 29 de febrero hubo una muestra cuando un grupo de refugiados derribó un sector de la valla fronteriza entre Grecia y Macedonia, lo que habilitó a la policía a reprimir con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
 
En Atenas los centros de acogida están repletos, como las zonas periféricas del puerto del Pireo donde quedan muchos de los recién llegados en alguno de los dos transbordadores destinados al trasporte de los refugiados que llegan a islas como la de Lesbos, el punto de arribo de los refugiados que parten desde Turquía.
 
El Gobierno ha pedido a las municipalidades que habiliten centros de acogida provisorios para superar la emergencia que se estima se agravará en las próximas semanas, al mismo tiempo que el clima comience a mejorar.
 
Dos puntas tiene el camino
 
Si bien la crisis en la frontera de Grecia con Macedonia es un nuevo y difícil escollo para los refugiados que hasta hace apenas un mes cruzaban con cierta liviandad buscando los países blancos de Europa, como Austria, Alemania o Suecia, en el norte de Francia al borde del Eurotúnel que une la localidad francesa de Calais con Folkestone en Inglaterra se generó otro cuello de botella.
 
En las cercanías de Calais comenzaron a formarse campamentos de refugiados que querían tener la oportunidad de cruzar en canal de alguna manera. Los campamentos crecieron improvisados miserables, sin ninguna condición de salubridad, crecieron tanto que hasta les pusieron nombre como el de “La Jungla”, debido a la obstinación británica de no recibir refugiados frente a la crisis. Mientras, Francia, que dejó hacer desde un principio esperando como un refugiado más que David Cameron se condoliera.
 
En las últimas semanas François Hollande descubrió que los ingleses no son muy de cambiar tradiciones y antes que la situación estallara decidió con topadoras poner fin la espera de los refugiados y de alguna manera diseminarlos por la región para que se los vea menos.
 
El desmantelamiento de las carpas fue a fuerza de derribos e incendios que no dejaron de producir serios disturbios. Según las fuentes, son entre 7.000 y 10.000 refugiados los que allí se encontraban, hoy muchos de ellos han desaparecido seguramente huyendo para no caer bajo en control de las autoridades que nada bueno tienen preparado para ellos.
 
La crisis no solo ha dejado al desnudo las miserias de los gobiernos europeos, el egoísmo contumaz de sus políticas, burlándose de todo lo que pregonaron desde la segunda guerra hasta ahora, claro olvidando Indochina, Argelia, Medio Oriente, Malvinas entre otras pavadas.
 
La crisis de los refugiados ha dado la gran oportunidad a neonazis como el primer ministro húngaro Viktor Orban y centenares de partidos y pequeñas organizaciones de ultraderecha del continente de exaltar los ánimos y promover acciones abiertamente racistas. Mostrando que ya no solo son grupitos de exaltados sino un número considerable dispuesto a incendiar nuevamente la historia.
 
Hasta ahora la UE solo ha tenido un plan, el de pagar a Erdogán, el patrón de Turquía, para que de algún modo detenga a los refugiados en su territorio, el algún modo es claro: “de algún modo”. En el último acto extorsivo, cuando se creía que alguna cosa más había imaginado, Europa volvió a caer en la trampa turca y ahora los 1.500 millones de euros que eran hace unos meses a partir del último domingo serian 6.000 los millones.
 
Además, desembozadamente, ya se habla de deportaciones a Turquía que ya tiene cerca de 3 millones de refugiados en su territorio, pero bueno, Erdogan sabe manejar la situación como siempre lo hace barriendo los problemas bajo la alfombra o bajo la tierra que es más o menos lo mismo.
 
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.

UNIÓN EUROPEA, SI. PERO HACEN FALTA PARTIDOS DIFERENTES AL PP, A LOS NARANJITOS METIDOS A POLÍCOS Y ALLEGADOS COMPLEMENTARIOS.

Comprará deuda a empresas privadas
Cómo el BCE y Draghi reparten gratis nuestro dinero

Rebelión
El Salmón Contracorriente
11.03.2016
El Banco Central Europeo (BCE) presentó ayer las nuevas medidas para fomentar el crédito con la intención de reanimar la economía europea y encaminarla al crecimiento y la inflación. ¿Sus medidas estrellas? prestar dinero a un interés del 0% y comprar más deuda a la banca y a empresas privadas.
 
La economía europea sigue sin mostrar señales de mejora por mucho que el presidente del BCE Mario Draghi haga “lo que sea necesario” tal y como ha declarado ya en varias ocasiones. Las cifras de crecimiento de los países de la zona euro se estancan sin alcanzar las previsiones esperadas al mismo tiempo que la deuda de los países sigue su escalada sin pausa. El estancamiento de la inflación, el que no suba el precio de nuestra cesta de consumo, también preocupa al máximo organismo monetario europeo.
 
Por ello Draghi ha anunciado las nuevas medidas que adoptará el BCE para reactivar la economía. Este nuevo movimiento del italiano, con visibles trazas de desesperación, no parece ser más que un tímido aumento de las mismas medidas que se llevan implantando en los últimos años, salvo por una nueva medida estrella que ya llevaba tiempo anunciándose: la compra de títulos de deuda a empresas privadas.
 
Bajada en los tipos de interés del 0,05% al 0%
 
El tipo de interés de la zona euro, el precio de obtener dinero prestado del BCE, lleva varios años en mínimos históricos desde que Draghi los bajara al 0,25% en noviembre de 2013. Esta medida monetaria expansiva intenta inyectar dinero a los países mediante el incremento del flujo de crédito, o sea que ofrece dinero barato a los bancos para que estos lo presten y se reactive la economía mediante el consumo y la inversión.
 
En esta ocasión el BCE vuelve a romper un nuevo récord histórico bajando los tipos de interés al 0% ante los ojos perplejos de los inversores y las bolsas europeas que han celebrado la noticia con subidas generalizadas en todos los índices del continente. Al igual que en ocasiones anteriores, Draghi pretende que una baja de interés del 0,05% ejerza un efecto sobre la banca privada que les haga abrir el grifo del crédito y reactive la economía. El problema de esta ecuación, que sigue sin funcionar, es que el grifo del crédito no va a abrirse porque el BCE lo quiera, los gobiernos lo pidan o porque las empresas lo necesiten, ni siquiera se abrirá por una nueva e insignificante bajada del 0,05% del precio del dinero. Los únicos que tienen la llave para abrir ese grifo son los bancos privados y estos no prestarán dinero a empresas y familias mientras les sea más rentable especular en mercados financieros, comprar deuda pública de países en apuros o simplemente mantener el dinero parado. ¿Por qué iba a correr el riesgo de prestar un banco dinero a una empresa o una familia de una economía estancada o en crisis pudiendo especular con la deuda soberana de un país?
 
Si dejan dinero en la caja fuerte del BCE les costará un 0,4%
 
Aunque parezca absurdo, muchos bancos piden prestado dinero del BCE para dejarlo depositado en el mismo BCE. Aprovechan el tipo de interés barato para después lanzarse a pedir dinero prestado pero al no encontrar sitios fiables donde invertirlo o prestarlo lo dejan en depósito. Hasta ahora el BCE cobraba un 0,3% a los bancos privados que hacían uso de este depósito. Hoy, esa “comisión” se eleva en una décima hasta el 0,4% -como ya ocurrió en diciembre del año pasado- con la intención de que de ese modo a la banca privada no les salga tan rentable tener el dinero parado y empiecen a prestarlo. De nuevo nos encontramos con la misma problemática que con la medida anterior ¿obliga esa subida a prestar dinero? ¿fluirá el crédito mientras los bancos tengan la libertad de usar ese dinero en actividades meramente especulativas?
 
El BCE compará 80.000 millones de deuda al mes
 
A partir del próximo mes de abril, la máxima institución monetaria europea aumentará la compra mensual de deuda, que lleva realizando desde enero del año pasado, de 60.000 a 80.000 millones, superando así las expectativas de los expertos que cifraban este incremento en 10.000 millones. De ese modo, Draghi comprará títulos de deuda a los bancos y empresas financieras (cómo ya hizo en el caso de la empresa financiera de Volkswagen) para que estos puedan disponer de más capital líquido para prestar. Esta medida sirve de paso para limpiar sus balances de unos títulos de deuda, que dada la poca capacidad que están demostrando algunos países como España para devolver sus deudas, parecen estar condenadas a convertirse en nuevas refinanciaciones de deuda más que en capital líquido.
 
El BCE también rescatará a grandes empresas
 
Otra de las medidas estrellas y que ya se llevaba anunciando desde hace tiempo es la compra de deuda a las grandes empresas no financieras. En el día de hoy han anunciado que el BCE podrá comprar deuda emitida en euros y que tengan el grado de “inversión”, o sea todos aquellos que no tengan la calificación de "bono basura". Un vez más parece que el BCE muestra una mayor disposición en rescatar a la banca y a grandes empresas privadas que en rescatar a la ciudadanía europea. Tendremos que esperar para ver quienes son las empresas agraciadas con esta inyección de capital casi gratuita.
 
Una Europa con un banco central que funcionara para solventar los problemas económicos de la ciudadanía europea y de los países podría comprar directamente la deuda emitida por estos o prestarles dinero a esos tipos de interés nulos, eliminando a ese incomodo y egoísta intermediario en el que se ha convertido la banca privada y los “mercados”. Los gobiernos podrían invertir ese dinero a coste cero en reactivar la economía real de los países, enfocando la inversión donde más se necesite y donde ejerza un efecto positivo sobre la población, en lugar de dejar en manos de la banca que acepta a invertir basándose en meros parámetros de retorno económico. Los países no necesitarían ir a los mercados a pedir dinero con un ojo puesto en la prima de riesgo o en índices variables -y manipulables- como el EURIBOR. Las administraciones podrían obtener dinero al 0% que les ofrecería la posibilidad de aplicar políticas de crecimiento sin tener que depender de la banca privada ni sentirse ahogados por los intereses. Y puestos a soñar, el BCE podría cancelar las hipotecas de muchas familias para sustituirlas por préstamos a un interés 0%, lo que descargaría una enorme cantidad de intereses sobre las economías familiares que podrían conseguir ese efecto sobre el consumo que las medidas de Draghi llevan buscando durante años sin mucho éxito.
 
Pero todo esto ocurriría en una Europa diferente, donde las decisiones de las políticas económicas y monetarias no dependieran de un organismo no democrático como el BCE presidido por un ex-banquero al que nadie ha votado. Una Europa donde sus instituciones y sus políticas sirvieran a la ciudadanía y no a la banca privada. Una Europa democrática, pero no en la actual del señor Draghi.
 
 
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OBJETIVO: DEMOLER A PABLO IGLESIAS Y ROMPER PODEMOS

Manolo Monereo
Cuarto Poder
10.03.2016
La orden fue dada. Ahora o nunca, hay que liquidar a Podemos, cueste lo que cueste. El debate SánchezPablo Iglesias marcó un antes y un después; lo de la “cal viva” fue una señal, un dato especialmente significativo: ¿de qué? De que Podemos va en serio, que no votará o se abstendrá ante un previsible gobierno de coalición Ciudadanos-PSOE. Ahora se trata de tirar del manual, un grueso libro, siempre renovado y puesto al día, trabajosamente elaborado por expertas manos de las cloacas periodísticas del Estado y demás aparatos paralelos de los que mandan. En el centro del manual se recoge cómo destrozamos IU y cómo conseguimos poner fin a la carrera política de Julio Anguita.
 
Para que el asunto funcione tiene que haber una perfecta coordinación entre periodistas, hombres de negocios, políticos y servicios paralelos o simplemente bien relacionados con los que mandan. No hace falta que sean muchos, tienen que ser, por así decirlo, los cabales, los significativos, los determinantes en este tipo de operaciones. Hay que encontrar el medio que haga de vanguardia, dado el signo de la operación —salvar al PSOE— el honor le toca al El País y el mundo mercenario de Prisa. Su “manual de estilo” es excelente y de probada eficacia.
 
El guión del operativo es previsible y apenas ha sufrido modificaciones con los años. Se ha hecho más sofisticado, más complejo y –esto tiene su importancia– más centralizado. Las tecnologías ayudan más que antes, pero la sociedad ha cambiado, las pautas comunicacionales también, y las viejas consignas ya no tienen la eficacia de antaño. Reeditar sin más la “operación pinza” no parece ya adecuado; hay que ir más lejos, mucho más, hasta excluirlos del sistema político. La pieza maestra es demoler a Pablo Iglesias. Hay que hacerlo sistemáticamente, poniendo en juego su vida privada y pública; su discurso debe ser reconfigurado, desintegrado hasta hacerlo irreconocible. Hay que demonizarlo, convertirlo en desagradable, prepotente, rígido, mesiánico, impolítico y fanático, profeta del pasado y anacrónico. El objetivo final: un hombre así no nos puede gobernar.
 
Para que esto pueda funcionar hace falta algo más: construir una “oposición interna” al secretario. Toda organización, por definición, es una estructura de poder, con líneas de demarcación singulares, con contradicciones más o menos explicitas y con diferencias políticas de mayor o menor calado. En el caso de Podemos la cuestión es más fácil. Es más grande e influyente que IU, pero orgánicamente más débil, con una identidad más difusa y con liderazgos menos consolidados. En Podemos todo está en proceso de formación y, mientras tanto, se han convertido en una fuerza política determinante y con posibilidades reales de ser alternativa y no mera alternancia. Lo dicho: ahora o nunca.
 
Construir una “oposición interna” a Pablo Iglesias. El acento hay que ponerlo en el verbo construir. Se trata de convertir las legítimas diferencias, los modos y formas de concebir problemas, la pluralidad de culturas –esenciales para una organización democrática y de masas–, hasta los distintos talantes, en oposición organizada al secretario y, esta es la clave, con complicidades con los poderes establecidos, especialmente con los estrategas de los medios. La vía maestra siempre ha sido la respetabilidad, ser respetados y respetables, ser responsables y marcar diferencias con la línea mayoritaria en la organización.
 
Se podría decir que el operativo se alcanza cuando se construye un liderazgo alternativo al secretario general. Atención, toda organización –incluida Podemos– tiene liderazgos diversos y su riqueza reside ahí, en que los mismos se organizan en una dirección colectiva plural capaz de reflejar la complejidad de lo social y de la propia base electoral y militante. No, no se trata de esto, sino de encontrar líderes que construyan complicidades con los poderes fácticos con el objetivo de plantarle cara a la dirección legítima de la organización y de construir una oposición sistemática en el tiempo, en el espacio y, sobre todo, en los medios de comunicación siempre disponibles para ello.
 
En estos días estamos ya en un salto de cualidad. Basta mirar, leer y oír al complejo mediático Prisa para saber que la guerra es total, sin miramientos, definitoria. Acorralar a la dirección de Podemos, generar desconfianza y temor, desagregar votos y arruinar la imagen pública de una fuerza política que hay que eliminar, cueste lo que cueste. Quien no se dé cuenta de esto está ciego o, lo que es peor, no entiende lo que nos estamos jugando en este país.
 
Ahora la clave está en la madurez de su equipo dirigente, de su coherencia política y de su coraje moral e intelectual. Sin unidad del equipo dirigente, el futuro es problemático y no está en peligro solo Podemos, sino la posibilidad de construir un nuevo proyecto de país frente a una oligarquía dura y terrible y unas fuerzas políticas sumisas a los poderosos y en proceso de reconstrucción. Restauración y más restauración.
 
Al final, esta ofensiva puede tener un significado positivo si se encara de frente y con lucidez. Una fuerza se construye en las victorias y en las derrotas, en la defensa y en la maniobra, en los momentos duros y en los momentos menos duros. Lo que no hay que hacer es replegarse identitariamente sino defender el proyecto con audacia, con fuerza, con alegría, con innovación. No convertirse en “trinchera petrificada” sino reconstruir espacios, conseguir aliados y recomponer relaciones con los movimientos, con los círculos, con las personas comprometidas con un cambio verdadero. Se puede ganar si queremos y nos organizamos, si somos capaces de imaginar y soñar.
 
 
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