domingo, 8 de octubre de 2017

EL ASUNTO DE LA INDEPENDENCIA CATALANA SE VA A CARGAR A MARIANO RAJOY



El flanco derecho del PP se revuelve contra Rajoy   
       
Varias banderas cuelgan de los balcones en Madrid. (EFE)© Proporcionado por El Confidencial Varias banderas cuelgan de los balcones en Madrid. (EFE)

Lo que empezó siendo un minoritario estallido de indignación que se plasmó en aquel #aporellos que algunos grupos de amigos y familiares de guardias civiles y policías nacionales gritaban a su paso camino de Cataluña, se ha acabado convirtiendo en una explosión de patriotismo que recorre las calles y plazas de pueblos y ciudades de España, incluida Cataluña. No hay un chino en nuestro país en el que sea posible encontrar una bandera de España. Producto agotado. Las fábricas no dan más de sí, mientras los balcones se engalanan con la bandera nacional y los grupos de WhatsApp se colapsan con vídeos e imágenes de orgullo patrio.

Raro es el español que en su perfil de las redes sociales no se ha puesto una bandera de España y muchos también una 'senynera'. Probablemente ninguna de las finales de los mundiales de fútbol que ha jugado España haya influido tanto en el despertar patriótico de los españoles. Y en eso tienen mucho que ver dos cosas: la primera, que el pueblo, la gente, se ha sentido agredida por el independentismo catalán, y a eso han contribuido de manera espectacular las imágenes de los acosos a la policía y la guardia civil a los que se ha expulsado de los hoteles en los que estaban alojados estos días. Si hay algo que une a los españoles, es el sentimiento de agradecimiento a sus fuerzas de orden público, garantes de la seguridad y del respeto a la ley.

Y la segunda, la sensación de que los partidos políticos, especialmente los dos partidos políticos que se han alternado siempre en el poder en España, se habían puesto de perfil y no eran –son– capaces de hacer frente a la situación, de tomar decisiones por difíciles que estas fueran. Eso está ocurriendo entre militantes y simpatizantes de los dos partidos, pero especialmente entre la militancia y los simpatizantes del Partido Popular.

A mí se me ha acercado estos días mucha gente –y cuando digo mucha, es mucha–, votante del PP, para decirme que se han sentido “engañados” por Mariano Rajoy. Habían confiado en que no pasaría nada, en que no se votaría el pasado domingo en Cataluña porque eso es lo que les había prometido el presidente del Gobierno, pero la realidad ha sido muy distinta, y aunque todos sabemos que ese referéndum desde un punto de vista jurídico no sirve para nada porque no cumplía ninguna garantía, lo cierto es que la ‘apariencia’ fue más que suficiente para que el votante del PP se sintiera, cuando menos, estafado.

“No volveré a votar nunca más al PP” es la frase que más he escuchado estos días en ambientes que, sinceramente, hasta ahora eran de una adhesión inquebrantable. Hasta que ha quebrado. Y eso lo saben quienes desde hace algunos días están trabajando, y no solo en tertulias de café, sino con papeles y acciones concretas en esa dirección, en la creación de un nuevo partido cuyo objetivo será recuperar lo que se llaman las esencias, los principios y los valores de lo que fue en su día Alianza Popular. Es decir, un partido de corte conservador, respetuoso con el sistema y con el modelo de Estado, pero que volvería a luchar por principios como el derecho a la vida, el humanismo cristiano, la unidad de España, etcétera.

Mariano Rajoy durante una entrevista. (EFE)© EFE Mariano Rajoy durante una entrevista. (EFE) 
 
Pero incluso más a la derecha de estos se está también forjando alguna alternativa que iría más allá con un discurso más próximo al de la ultraderecha europea. Hasta ahora, todos los intentos que ha habido por romper el PP por su lado derecho han fallado. Pero puede que esta vez, y dependiendo de cómo termine el asunto catalán, tenga éxito. Hoy por hoy el caldo de cultivo está ahí. Si en los próximos días Rajoy consigue reconducir la situación, puede que todavía logre frenar algunos de estos intentos de romper el PP.

Pero si, como ha ocurrido hasta ahora, sigue transmitiendo sensación de pusilanimidad, y se produce lo que hoy ya parece inevitable, entonces lo que ahora solo son intenciones puede convertirse en realidades. Y si es así, de cara a unas elecciones generales, que no habría más remedio que convocar en un plazo no muy largo, el PP podría ver como Ciudadanos por su izquierda y otros partidos por su derecha se reparten su electorado, quedando reducido a no más de los 90 escaños que llegó a tener Manuel Fraga.

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PREMIO NOBEL DE LA PAZ PARA ICAN, UNA ORGANIZACIÓN QUE INSTA AL DESARME NUCLEAR, O sea, que quiere que los americanos retiren las armas nucleares que tiene en España, porque lo de sus tropas estacionadas de forma permanente en Morón de la Frontera ya es cosa nuestra, de los buenos patriotas, que no queremos tropas de ningún país extranjero por nuestro sagrado suelo, como si fuera la corrala de la Tía Paca. Y de más buenos patriotas todavía será cuando llevemos a los tribunales para que sean juzgados a los traidores a la Patria, que aprovechando sus posiciones eventuales de poder, han vendido a personas (fisicas o jurídicas) de potencias extranjeras, en cuyas manos está ahora la defensa de nuestro territorio, toda la capacidad propia de defensa (fábricas de armas y municiones) que tenía ESPAÑA, UNA; ESPAÑA, GRANDE; ESPAÑA, LIBRE! .... Chanta, chanta, ta ta ta ta ta tá ... Canta y escribe esto un español, español, español, al tiempo que mozambiqué, catalán, aragonés, ruso, bilbilitano, andaluz y piamontés, aparte de otras 50 mil y pico nacionalidades. SIEMPRE POR ESPAÑA, SUS GENTES Y LA REPUBLICA, No por nada, sino porque la monarquía prepará huele a feudalismo que hay que ver kiyo, zagal y chiquet, quina úlor, ¡por el amor de Dios, Pedro y Juan, chiquet, zagal y Kiyo!



La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) gana el Premio Nobel de la Paz 2017


Rebelión
La Marea
07.10.2017

La Academia sueca reconoce la labor de esta organización global cuyo objetivo es que los países inicien negociaciones para que se firme un tratado que prohíba este tipo de armamento


La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) ha recibido este viernes el Premio Nobel de la Paz 2017. El galardón de este año “insta a los Estados nucleares a que inicien las negociaciones para la eliminación gradual en el mundo de 15.000 armas nucleares“, ha explicado el Comité noruego. Y ha añadido: “ICAN ha sido el agente principal de la sociedad civil en los esfuerzos para lograr una prohibición de las armas nucleares bajo el derecho internacional”.

El Comité ha subrayado, como “importante argumento” para la prohibición de las armas, el “inaceptable sufrimiento humano” que provocan y ha destacado que otros tipos de armamento menos destructivo como las minas antipersonas, bombas de racimo y las armas químicas y biológicas ya han sido prohibidas por distintos tratados.

ICAN es una coalición global formada por 331 socios en 80 países que trabaja para movilizar a las personas de todo el mundo “para inspirar, persuadir y presionar a sus gobiernos para que inicien negociaciones para que se firme un tratado que prohíba las armas nucleares”, según se autodefine.

Personalidades destacadas como el líder antirracista Desmond Tutu, el Dali Lama, Yoko Ono y Martin Sheen han brindado su apoyo a la campaña.

ICAN sucede en el palmarés al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien fue distinguido por sus “decididos esfuerzos” por llevar la paz a su país tras 52 años de conflicto armado, una decisión que se anunció días después de vencer el “no” en el referéndum colombiano a los acuerdos con la guerrilla de las FARC.

El Nobel de la Paz está dotado con 9 millones de coronas suecas (943.784 euros, 1,1 millones de dólares).


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